viernes, 12 de octubre de 2007

¿Miedo?


Es normal que un preescolar le tenga miedo a la oscuridad. También es normal que si es pequeño llore frente a personas desconocidas.
El miedo es una emoción normal y necesaria ya que esta nos avisa en caso de peligro. Hay distintos tipos de miedos, esta el miedo común, que tiene como función proteger a las personas, el generalizado, cuando simplemente se teme a todo, o las fobias, un miedo exagerado a algún objeto externo.
Todos los niños presentan algún momento conductas obsesivas o fobias y no por eso hay que alarmarse.

Miedos normales.

Los seres humanos nacemos con miedo, un ejemplo de esto son las guaguas las cuales le temen a los ruidos fuertes, escuchan algo y se ponen a llorar en seguida.
El miedo es una emoción necesaria que sirve para protegerse de potenciales peligros. Pero cuando es demasiado y no se supera con la edad, deja de ser normal y puede tratarse de una patología.
Como saber que miedos infantiles se encuentran en el margen de lo normal y cuales son una señal de alerta.
A los seis meses los niños comienzan a distinguir a sus papás. Saben que ellos son quienes los cuidan y, por lo mismo, todas las personas desconocidas aparecen como una amenaza. Un poco mas grandes, en edad preescolar, es común que tengan temor a la oscuridad, a quedarse solos, experiencias y lugares nuevos, un ejemplo de esto es que si un preescolar observa un show de títeres con una bruja y se puede asustar, ya que todavía no diferencia entre fantasía y realidad, pero si a un escolar le da miedo un títere es raro. Además, es normal que un niño chico le tenga miedo al colegio cuando esta en prekinder o kinder, o cuando va entrar al jardín, pero no es normal si lo sigue teniendo cuando es adolescente y tampoco si durante un mes no puede ir porque llora todos los días
En los escolares los miedos específicos son muchos, les pueden tener miedo a los terremotos, por ejemplo, pero los miedos más importantes son al rechazo, la vergüenza, al estigma social, a que su grupo de pares le pueda encontrar algo malo. En si los adolescentes temen a todo lo que tenga que ver con el concepto que están creando de si mismo.
A veces, los miedos de los niños tienen que ver con su entorno, y como los padres son capaces de contener y darles ejemplo a sus hijos.
En la medida que los padres les enseñen a manejar esas emociones, y al mismo tiempo, modelen una actitud de tener pocos miedos, los niños se van a dar cuenta que los miedos no son algo que tienen que temer. En cambio modelan una actitud de susto o angustia ante las situaciones de miedo, los hijos aprenderán esas respuestas, y no solo van a reaccionar a sus propios miedos, sino también reaccionaran frente a los de sus padres.
En ese proceso de aprendizaje, también juegan un rol importante los medios de comunicación, ya que van construyendo una imagen del mundo, o sea si se acostumbra a poner mas atención a las noticias de casos de asesinatos, por ejemplo, es porque existe una sensación de vulnerabilidad en la vida, que va mas allá del caso especifico.

El rol de los padres.

Ya sea que se trate simplemente de un niño miedoso o fobias, el rol de los padres es fundamental, si los padres ven que su hijo es miedoso, no deben alarmarse, tienen que hablar con el y escuchar con atención cuales son sus miedos, que es lo que se imaginan o que es lo peor que les podrid pasar. Luego se debe invitar al niño abordar sus miedos, motivarlo en algo que el niño pueda enfrentar con éxito.
Que un niño sea miedoso, no significa que lo será toda la vida , sus miedos se pueden transformar, un ejemplo es preocuparse que les valla bien en las pruebas, en tales casos el miedo pasaría a ser una fortaleza. Además los adultos tienden a manejar sus temores, porque las experiencias les han dado herramientas cognitivas.


Link acerca del tema:




Por Paula Torres.

jueves, 11 de octubre de 2007

Rendimiento escolar, el gran caso de la actualidad


Hoy en día, podemos notar en nuestra sociedad, que las generaciones estudiantiles están algo cambiadas en relación a como eran hace algunas décadas. Si bien, con el paso de los años las tecnologías y recursos para enseñar han ido en aumento, se presentan casos en los que ni el mejor software educativo sirve de ayuda para mejorar un rendimiento.
La razón de dicho problema, es el ocio, las distracciones, la poca voluntad de los estudiantes y obviamente la carencia de un manejo adecuado de las obligaciones, por parte de los padres. Los progenitores son los que cumplen uno de los papeles fundamentales en este asunto, ya que la influencia que ellos brindan a sus hijos y el apego que se presenta desde el momento de nacer, puede ser el hincapié para un desarrollo sin alteración alguna. La enseñanza debe partir desde el momento en que sus hijos nacen, con cosas simples de la vida cotidiana, pequeñas reseñas, castigos o refuerzos, son los estímulos que luego darán los frutos esperados.


Todo puede ir bien, hasta que llega el momento en el cual el niño debe ingresar al colegio, aquí todo lo que se le ha enseñado al pequeño puede tener un giro inesperado, ¿a qué nos referimos con esto?, a la influencia social principalmente, ya que el ambiente al cual estaba acostumbrado cambia, cambian las personas, la rutina, ya no están los padres ahí para ayudarlo, por lo tanto el alumno debe comenzar a interactuar con otras personas para lograr el aprendizaje.


Es aquí cuando comienza el proceso de cambio, el niño aprende nuevas cosas y de cierta forma va madurando en conocimientos, también empiezan las amistades, las distintas interacciones que pueden ser uno de los factores fundamentales de una baja en el rendimiento. Generalmente los niños tienden a preocuparse más por los partidos de fútbol, la televisión, el cumpleaños al que ira el próximo sábado, en fin, y de las actividades estudiantiles se preocupan los padres.

Es entonces, el momento en el que deben empezar las normas. Se habla de cómo equilibrar el estudio, las tareas y el ocio de los niños y la mejor forma de enfrentar las malas notas o el comportamiento irresponsable con los estudios.
Primeramente se habla de un horario de consenso, que consiste en que cuando comienza el año escolar, se planifica un horario en conjunto con el menor, de esta manera el niño puede elegir hacer sus tareas después de su programa favorito de televisión o antes de salir a jugar, con ello, el menor asume las normas como suyas, y los papás pueden decirle “este es el horario que tú te pusiste y debes cumplirlo”. También se debe considerar que la dedicación al estudio depende de la edad, por ejemplo hasta 5º básico no se debe estudiar mas de 45 minutos diarios y sobre esa edad no más de 2 horas, haciendo pausas de 15 minutos, está demostrado que el rendimiento no aumenta si se estudia mas.


Se habla también de una autonomía por parte del menor, es decir que haga sus tareas solo y que trabaje sus debilidades y falencias. Algo que los padres deben tener en cuenta más que la nota final el esfuerzo de su hijo para superarse, puede que la nota no sea muy alta y, sin embargo, el niño entiende y es capaz de aplicar el conocimiento a la vida cotidiana, entonces hay aprendizaje. Hay que procurar un ambiente sano, que no funcione sólo en base a premios o castigos, sino en el que los niños aprendan a asumir derechos y deberes y a reconocer errores. Los premios deben apuntar a reforzar la autoestima y la moral, no basarse en cosas materiales, y por último la limitación de la TV, la recomendación es que los preescolares no vean más de una hora diaria de televisión y los mayores no más de dos. Más puede jugar contra el rendimiento escolar, especialmente las 2 horas 20 minutos promedio que ven los escolares chilenos. Según el pediatra estadounidense Dimitri Christakis, el alto consumo de televisión antes de los tres años puede causar déficit atencional. Esto, porque el ritmo de la edición televisiva demanda mucha atención en períodos cortos. La TV también causa problemas de sueño, pues produce excitación en los niños y no descansan lo suficiente como para estar atentos en clases. Para mayor información dejo un link acerca de las técnicas de estudio:




En los adolescentes ya sabemos cuales pueden ser las causas del bajo rendimiento, al igual que en los pequeños, la influencia social, pero a esta edad mayor a los 12 años los factores de distracción son realmente mucho más profundos. Se habla del principio de consumo de drogas, las fiestas, el cero interés por estudiar ya que prefieren salir o bien quedarse chateando, en fin, una cantidad de causas que provienen más que nada del ambiente en el cual se están desarrollando, la presión adecuada que aplican los padres o bien de la propia personalidad del individuo que no presenta mayores anhelos en su vida.



Por Eva Cuevas.

Relación profesor-alumno


Quizás todos pensamos de forma diferente con respecto a la educación en los colegios, sin embargo, en cuanto a la labor realizada por los profesores dentro de los establecimientos la mayoría piensa igual o quizás llega a un consenso con respecto al tema, ya que es el profesor uno de los soportes del alumno dentro su etapa escolar, el cual sirve de andamio para el aprendizaje del alumno junto a la familia.


El trato del profesor hacia sus alumnos ha ido cambiando de acuerdo a como ha avanzado el tiempo, años atrás el profesor solo se dedicaba a entregar conocimientos de la forma que fuese necesaria, llegando al grado de recurrir a los golpes cuando el creía que la situación así lo ameritaba. Esto provoco un temor en los alumnos y una inseguridad en sí mismos. En la actualidad la educación entregada por los profesores es diferente a la mencionada anteriormente, ya que el profesor trata de realizar su labor de la mejor forma posible, teniendo un buen conocimiento de lo que va a enseñar a sus alumnos; manteniendo un trato adecuado con cada uno de ellos, siendo cortés, nunca descalificando a uno, sino por el contrario ayudándolo a corregir su error; mantiene cierto sentido del humor sin que por ello necesariamente se pierda el grado de respeto existente entre ambos ; teniendo un criterio pedagógico, para así saber cuando corregir, felicitar o ayudar a uno de ellos; entregando no solo conocimientos sino también valores.


Estas actitudes del parte del profesor traen consigo en el alumno un sentimiento de seguridad y tranquilidad, lo que permite que éste se sienta capacitado para dar su opinión, emitir juicio sobre un tema determinado sin temor a las burlas.


Para que cada uno de nosotros reflexione sobre que tan importante es el profesor en la vida de un alumno, hay que tener en cuenta que la labor del profesor va más allá de solo entregar conocimientos, de saber bien las materias y de hacer clase, tiene que ver también con que el profesor quiera a sus alumnos y ame lo que realiza, ya que esto permite mantener un grado de confianza entre ambos, es necesario sentir que el profesor también es un amigo que nos puede enseñar con amor, debido a que con este sentimiento cada uno entregará lo mejor de sí para hacer del aprendizaje un momento grato y no una tortura.


Link acerca del tema:




Por Constanza Fierro