jueves, 15 de noviembre de 2007

El Apego: La formación del vínculo

Las relaciones se aprenden de manera implícita a base de ciertos esquemas y estos a su vez se aprenden de acuerdo a la experiencia, es decir se transforman en una forma de vivir. Durante el curso de la evolución, el ser humano siente atracción hacia determinadas cosas en especial la gente y lugares con los cuales nos hallamos familiarizados. Por otro lado también sentimos rechazo por situaciones ambientales, que nos dan indicios naturales de peligro como suelen ser la soledad y lo desconocido.

En los niños, el apego es la base de su desarrollo, se define como la relación emocional estrecha entre madre/padre con su hijo, es decir la fuerza del vínculo. A la base del apego hay una emoción y obviamente hay que destacar que dicho vínculo se construye en la interacción entre los padres y el niño desde el momento de nacer. Es importante mencionar también, que esta estrecha relación al fin y al cabo es una manera de fomentar la dependencia del pequeño, pero que es totalmente normal y necesaria.
El apego es la base de las relaciones futuras que tendrán los niños, actúa como un patrón, pauta o esquema, el cual de modo implícito llevará al niño a manejar diversas relaciones sociales de la mejor forma.

Hay que mencionar también, que esta situación influye de manera significativa en el rendimiento académico de los menores, ya que de dicha relación dependerá la voluntad que tendrá el niño para realizar ciertas cosas. Por ejemplo, si desde pequeño no desarrolló una buena relación afectiva con la madre o padre y no siente un apoyo mínimo, esta más que claro que la voluntad que presentará al momento de realizar alguna tarea o actividad será de notable deficiencia. Al no tener ayuda, ni sentir cariño, el menor no sentirá la necesidad de hacer bien las cosas, ya que tiene la sensación de que no le importa a nadie, además de que los padres nunca se preocuparon de enseñarle ni ayudarle en lo escolar. En cambio, si nos fijamos en un niño que si ha vivido una situación de apego desde pequeño, podemos darnos cuenta que el rendimiento académico es notablemente superior, ya que los padres se han preocupado siempre de estar con él, enseñarle las cosas básicas para un buen desarrollo, de hacer las tareas con él y sobre todo demostrarle cariño y apoyo.

Mary Ainsworth, destacada psicóloga de Ohio, lo define como aquellas conductas que favorecen ante todo la cercanía con una persona determinada. Entre estos comportamientos figuran: señales (llanto, sonrisa, vocalizaciones), orientación (mirada), movimientos relacionados con otra persona (seguir, aproximarse) e intentos activos de contacto físico (subir, abrazar, aferrarse). Es mutuo y recíproco.

Ainsworth elabora un instrumento denominado “situación extraña”, con el objetivo de evaluar la manera en que los niños utilizaban a los adultos como fuente de seguridad, desde la cual podían explorar su ambiente; también la forma en que reaccionaban ante la presencia de extraños, y en los momentos de separación y reunión con la madre. La prueba consta de ocho episodios de tres minutos de duración cada uno. Previamente a su aplicación, se brinda la información adecuada y precisa sobre la misma, tanto a la madre como a la "persona extraña".
Ainsworth distinguió a raíz de ésta prueba tres tipos de apego según la respuesta del niño:

*Niños con apego seguro: Está enfocado a la sensibilidad materna, cuando tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo.

*Niños con apego ansioso - evitante: Se asocia con madres que maltratan a sus hijos, ya sea de manera física, verbal, a través de la indiferencia o por una inhabilidad psicológica. Este tipo de apego no seguro, se caracteriza por carencias nutricionales y/o emocionales que derivan en una pérdida de peso y un retardo en el desarrollo físico, emocional y social.

*Niños con apego ansioso – ambivalente: Los niños ambivalentes son aquellos que buscan la proximidad de la figura primaria y al mismo tiempo se resisten a ser tranquilizados por ella, mostrando agresión hacia la madre. Responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de los primeros.

El apego tiene mucho que ver con la autoestima, la que a su vez se relaciona con la perseverancia. Por lo tanto podemos decir que es un asunto totalmente vinculado con la familia y que depende exclusivamente de las interacciones que se den entre los cuidadores y el pequeño, estamos frente a una situación de especial confianza, ya que el amor es lo que lleva al niño a confiar y de los padres depende que esto tenga un normal desarrollo.


Para más información, aquí van algunas páginas de apoyo.




Por Eva Cuevas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como estudiantes de psicopedagoía este es un tema sumamente importante para ustedes, bastante claro me quedo el texto, la realización de él esta muy buena.

Dicen por ahi que como somos criados en nuestra infancia, es como somos continuamente en nuestra pre-adolescencia, y dicen que como fuimos criados en nuestra pre-adolescencia, es como seremos cuando grandes, bastante racional la definición.

El ser humano cambia, asi como el relieve?, asi como el clima?
asi como muchas cosas mas, es muy válido y No válido decir que por ciertas caracteristicas o parametros dados en nuestra en infancia es como seremos, aunque en eso se base el psicoanalisis. xD

Apego, vinculos
no me acuerdo perfectamente de como fue en mi caso,
pero hoy en dia me soprende ver como algunos padres tratan a sus hijos, tal vez no se percaten de su comportamiento, como observador que soy, bastantes veces me he quedado pasmado, tal vez la sea ignorancia, o simplemente y sería horrible, actuar asi, porque si.
Como ya dije anteriormente
educar, no solo en la infancia u adolescencia, sino que tambien en las etapas previas, a ser padres,
ya que muchos, no lo saben ser.


saludos

FELIPE.